El peligro invisible: el monóxido de carbono

¿Qué es el monóxido de carbono?

El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro e inodoro que puede ser extremadamente peligroso. Es la principal causa de envenenamiento fatal en América del Norte y la exposición a concentraciones altas puede causar la muerte en cuestión de minutos.

Síntomas

Los síntomas de la exposición al monóxido de carbono varían según la concentración del gas:

- Concentraciones bajas: dificultad para respirar al hacer esfuerzo moderado, leve dolor de cabeza, náuseas y mareos.
- Concentraciones altas: fuertes dolores de cabeza, confusión mental, mareos, problemas de visión y audición, desmayos al hacer esfuerzo.
- Concentraciones extremas: pérdida de conciencia, coma y muerte.

Índice
  1. ¿Qué es el monóxido de carbono?
  2. Síntomas
  • El asesino silencioso
  • Precauciones y primeros auxilios
  • El asesino silencioso

    El monóxido de carbono es un gas que resulta casi imposible de detectar debido a su falta de color, olor y sabor. Los síntomas del envenenamiento por monóxido de carbono son vagos y pueden afectar a varios sistemas del cuerpo. Por eso, un diagnóstico inmediato es crucial.

    El CO bloquea la absorción de oxígeno en el torrente sanguíneo desde los pulmones y envenena los glóbulos rojos, impidiéndoles transportar oxígeno. Si los tejidos del cuerpo no reciben un suministro constante de oxígeno, dejan de funcionar. El cerebro es extremadamente vulnerable a la falta de oxígeno y la mayoría de los síntomas iniciales del envenenamiento por monóxido de carbono son resultado del mal funcionamiento cerebral debido a la falta de oxígeno.

    La inhalación de altas concentraciones de CO puede causar sensación de opresión en la frente, dolor de cabeza, palpitaciones en las sienes, cansancio o mareos. Si una persona permanece en un área contaminada, los síntomas más graves se desarrollarán: náuseas, vómitos, pérdida de fuerza y control muscular, aumento de la frecuencia respiratoria, disminución del pulso y, finalmente, la muerte. Los fumadores empedernidos corren un mayor riesgo que los no fumadores.

    La eliminación del CO del cuerpo es muy lenta (aunque puede acelerarse respirando oxígeno puro). Por eso, los síntomas del envenenamiento no desaparecen después de que la persona haya sido trasladada a un lugar con aire fresco. Después de un envenenamiento grave por monóxido de carbono, pueden producirse efectos secundarios durante la recuperación, como dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, dolor variable, pérdida de memoria, falta de interés, confusión y temblores. Los casos muy graves de envenenamiento pueden provocar neumonía o daño cerebral permanente. Incluso después de una aparente recuperación, ha habido casos de muertes por envenenamiento por monóxido de carbono.

    El monóxido de carbono se clasifica como un peligro potencial para la salud reproductiva. Informes indican que las mujeres expuestas al CO durante el embarazo tienen una mayor tasa de abortos espontáneos, mortinatos y bajo peso al nacer. En los hombres, se ha informado daño genético en las células reproductivas, pérdida de potencia y esperma anormal.

    Los vapores de CO son altamente inflamables y también pueden crear un peligro de incendio y explosión. Los riesgos de explosión se presentan en ciertas concentraciones.

    Precauciones y primeros auxilios

    La mejor manera de detectar la presencia de este gas mortal antes de que se desarrolle una situación grave es tener un detector de monóxido de carbono en cualquier área de trabajo que pueda presentar un riesgo.

    Siempre que sea posible, evite operar maquinaria alimentada con combustible en interiores. Si esto no es posible, controle o limite la exposición al monóxido de carbono mediante el mantenimiento adecuado de fuentes potenciales, como hornos y motores de combustión interna. Utilice siempre convertidores catalíticos cuando corresponda y proporcione suficiente ventilación general y local para mantener los niveles de CO por debajo de los límites aceptables establecidos.

    Cuando trabaje en espacios confinados donde el monóxido de carbono pueda representar un peligro, use el equipo de protección respiratoria adecuado. Use un respirador de línea aérea aprobado o un aparato de respiración autónomo (SCBA, por sus siglas en inglés). Al seleccionar un respirador, considere tanto la concentración del gas como la duración de la exposición.

    Busque atención médica de inmediato si alguien muestra síntomas de envenenamiento por monóxido de carbono, como un fuerte dolor de cabeza, mareos y náuseas. Lleve a la persona expuesta al aire fresco lo más rápido posible. Administre respiración artificial si la persona deja de respirar y, si está disponible, administre oxígeno.

    Si necesita rescatar a una persona de un área contaminada, use un respirador de línea aérea o un aparato de respiración autónomo. Un equipo de rescate debe contar con al menos dos personas: un rescatador y un observador. Siempre deben estar conectados a una línea de vida y un arnés.

    El monóxido de carbono es un gas muy tóxico que debe tratarse con extrema precaución. Los trabajadores que puedan estar expuestos a él deben conocer las fuentes y los síntomas, saber cómo protegerse y cómo responder en caso de una emergencia.

    Esta información es útil como complemento de los programas existentes de salud y seguridad ocupacional, pero no es adecuada como reemplazo de un programa completo y adecuado.

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