La importancia de contar con un plan de emergencia escolar

Cada año, las comunidades de Canadá y Estados Unidos se ven afectadas por desastres que pueden ser desde ataques violentos hasta condiciones climáticas extremas o enfermedades virulentas. Sin importar la crisis, contar con un plan de emergencia puede salvar vidas, minimizar lesiones y daños materiales, y permitir que la vida vuelva a la normalidad lo más pronto posible.

Identificar los riesgos

El primer paso para la planificación de emergencias es identificar los riesgos a los que la escuela puede enfrentarse. Estos se dividen en tres categorías principales:

  • Eventos naturales: como condiciones climáticas extremas, terremotos y epidemias.
  • Eventos tecnológicos: incluyendo incendios, explosiones y cortes de energía.
  • Eventos causados por humanos: como terrorismo, sabotaje o incidentes violentos.

El pasado suele ser un buen predictor del futuro, por lo que es importante analizar los tipos de emergencias que las escuelas locales han enfrentado a lo largo de los años. ¿La comunidad se encuentra en una zona propensa a inundaciones? ¿Ha habido historial de tormentas de invierno catastróficas, tornados u otros eventos climáticos extremos? ¿La escuela se encuentra cerca de instalaciones que utilizan sustancias peligrosas? ¿Cuál es la antigüedad del edificio? ¿Existe la posibilidad de derrumbes, inundaciones o fallas eléctricas? Además, es necesario considerar eventos causados por humanos que podrían ocurrir en el futuro, aunque no hayan sucedido antes, como amenazas de bomba, problemas de custodia graves o acoso malicioso.

Evaluación del riesgo

El siguiente paso es evaluar la frecuencia y gravedad de los riesgos. ¿Cuál es la probabilidad de que ocurra el evento? En caso de que suceda, ¿qué tan grave será? Calificar el riesgo ayuda a determinar qué recursos serán necesarios. Por ejemplo, las tormentas de nieve pueden tener una alta frecuencia pero baja gravedad, mientras que un terremoto o un tornado pueden tener una baja frecuencia pero alta gravedad.

La mayoría de las emergencias son de naturaleza local, lo que significa que los desafíos que enfrenta la comunidad, como condiciones climáticas extremas o una pandemia, probablemente sean los mismos que enfrenta la escuela. Para evitar errores durante la confusión que viene con un evento desastroso, el plan de emergencia escolar debe ser compatible con el plan de la comunidad.

Es importante actualizar el plan de emergencia de la escuela cada año, ya que constantemente surgen nuevos riesgos. Esta revisión anual debe involucrar a coordinadores de gestión de emergencias de la comunidad para conocer las medidas que están implementadas actualmente y lo que se espera de la escuela en caso de una emergencia. Por ejemplo, es posible que una escuela secundaria sea designada como refugio.

Cobertura completa

Los cuatro pilares de la gestión de emergencias son:

  • Prevención y mitigación: medidas para reducir o eliminar los efectos de una crisis.
  • Preparación: medidas implementadas para garantizar una respuesta efectiva ante una emergencia.
  • Respuesta: acciones para responder al evento.
  • Recuperación: acciones para recuperarse de los efectos del incidente.

A continuación, se presentan algunas consideraciones clave en cada categoría del plan (esta lista no es exhaustiva):

Prevención y mitigación

  • Identificar formas de reducir los riesgos. Una respuesta bien ensayada y controles proactivos pueden disminuir el impacto de un evento de alta frecuencia y baja o mediana gravedad.
  • Trabajar con negocios cercanos para coordinar los planes de crisis.
  • Controlar el ingreso y salida de personas en la escuela. Requerir que todos los visitantes se registren.
  • Revisar los patrones de tráfico y mantener los automóviles, autobuses y camiones alejados de los edificios escolares en la medida de lo posible.
  • Revisar el paisajismo para garantizar que no haya arbustos que puedan ocultar objetos peligrosos o personas.

Preparación

  • Compartir un plan detallado del sitio de la escuela con la policía local, el departamento de bomberos, el servicio de ambulancias y otras agencias de preparación para emergencias.
  • Identificar varias rutas de evacuación y puntos de encuentro en caso de emergencia. Las primeras opciones pueden estar bloqueadas o no disponibles en caso de una catástrofe.
  • Practicar la respuesta a crisis de manera regular. Las escuelas realizan simulacros de incendio con regularidad, ¿pero qué tal practicar también para un terremoto o amenaza de bomba?
  • Tener un plan, incluyendo un vocero, para comunicarse externamente con los padres, los medios de comunicación y la comunidad. Mantener toda la información de contacto fácilmente accesible.
  • Inspeccionar el equipo regularmente para asegurarse de que funcione durante emergencias.
  • Tener un plan para la salida de los estudiantes, recordando que los padres y tutores pueden no poder recoger a sus hijos.

Respuesta

Establecer una estructura de mando para responder a una crisis. Revisar y aprobar los roles y responsabilidades del personal, el personal de la junta escolar, la policía, los bomberos y otros en diferentes tipos de emergencias.

Recuperación

  • Volver a las actividades de enseñanza y aprendizaje lo antes posible.
  • Identificar y aprobar a un equipo de trabajadores de salud mental altamente calificados para brindar apoyo a profesores y estudiantes después de una crisis. La recuperación lleva tiempo, por lo que los servicios de este equipo pueden ser continuos.
  • Informar a los padres cómo la escuela ayudará a los estudiantes a recuperarse de la crisis.

Para que un plan de emergencia sea efectivo, debe ser ensayado regularmente y no siempre para el mismo tipo de evento. Involucrar a estudiantes y padres en las prácticas es fundamental. Asimismo, es necesario publicar el plan en un área central, como la sala de profesores, con copias adicionales en la oficina del director, la oficina del conserje y la oficina de la junta escolar u otro lugar protegido y accesible.

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