La importancia del liderazgo consciente y menos egocéntrico
- ¿Qué es la autoevaluación? ¿Por qué necesitamos líderes más conscientes de sí mismos y menos egocéntricos?
- La Inteligencia Emocional y la fortaleza mental, y por qué los más fuertes siguen adelante cuando las cosas se ponen difíciles.
- Cómo la autoevaluación básica y una elevada inteligencia emocional mejoran el rendimiento en el trabajo
- Cómo la psicología y el conductismo pueden ayudar a las empresas
¿Qué es la autoevaluación? ¿Por qué necesitamos líderes más conscientes de sí mismos y menos egocéntricos?
El autoconocimiento es un rasgo esencial de los líderes visionarios que conocen sus puntos fuertes y, lo que es más importante, son conscientes de sus defectos y trabajan en sus puntos débiles.
En este contexto, la autoevaluación es un concepto poderoso y un marco útil que puede ayudar a cualquiera, especialmente a los futuros líderes, a ser más inteligentes emocionalmente.
La autoevaluación, como medio de autodescubrimiento, nos da la oportunidad de comprender nuestro lugar en el autocontrol, cómo funciona nuestra autoestima y cómo elegimos reaccionar ante situaciones adversas.
De hecho, la autoevaluación como marco de personalidad se ha hecho cada vez más popular en los últimos años, a medida que más y más psicólogos y expertos en personalidad se dan cuenta de su utilidad para cambiar la forma en que las personas se comportan en su carrera profesional y en su vida personal.
Además, en la época actual, el liderazgo es como un reality show, en el que se trata de actuar y de hacer sin saltarse nada. También por eso el mundo necesita más líderes capaces de autoevaluarse y que no sean tan egocéntricos como para obsesionarse con el estilo más que con la sustancia.
Examinemos el primer elemento de la autoevaluación, a saber, el locus de control. Los líderes visionarios son aquellos que están intrínsecamente motivados y no se dejan llevar por lo que sus seguidores piensen de ellos o por su índice de popularidad.
Por supuesto, no queremos decir que estos líderes deban ser ajenos al mundo que les rodea. Aquí es donde entra en juego el egocentrismo, porque los líderes no pueden ser ciegos a las críticas y actuar de forma unilateral.
Por otra parte, el liderazgo es también responsabilidad y, por tanto, los líderes deben estar muy atentos a los comentarios y ser receptivos a las sugerencias de mejora.
Sin embargo, el locus de control indica hasta qué punto son capaces de liderar en primera línea, guiados por sus necesidades más elevadas de realización y visión personales, y no sólo en función de cuánto consigan "me gusta" en las redes sociales y visualizaciones de sus vídeos en el dominio público.
Además, el locus de control también indica la fuerza de su personalidad, su sistema de creencias y sus elecciones de valores.
En resumen, necesitamos líderes que no estén obsesionados con su imagen y que, en cambio, se dejen llevar por motivaciones internas para actuar por un bien mayor.
La Inteligencia Emocional y la fortaleza mental, y por qué los más fuertes siguen adelante cuando las cosas se ponen difíciles.
Los siguientes elementos de la Inteligencia Emocional son el neuroticismo y la autoeficacia. Estos rasgos están relacionados con la tristeza y la ansiedad que sentimos ante la más mínima perturbación, la forma en que tendemos a ver nuestro rendimiento laboral y la manera en que tendemos a reaccionar ante situaciones negativas.
Los líderes visionarios son aquellos con una elevada inteligencia emocional, en el sentido de que son capaces de gestionar sus propias emociones y las de los demás de forma empática.
Además, tienen una alta autoestima, en contraste con los líderes pedestres, más preocupados por lo que piensan los demás y menos por su rendimiento laboral.
Además, los líderes con una alta Inteligencia Emocional o cociente emocional son capaces de manejar mejor la adversidad e incluso triunfar sobre ella, en comparación con los líderes egocéntricos que sólo están obsesionados con los halagos y los alardes que suele recibir cualquiera que participe en actividades públicas.
Por supuesto, los líderes conscientes de sí mismos se toman en serio estas percepciones, pero no se convierten en el único motor de sus acciones y procesos de pensamiento.
De hecho, la capacidad de rendir bajo presión y cuando no existe nada más es la marca de un verdadero líder. Como dice el tópico: "Cuando las cosas se ponen difíciles, los duros se ponen en marcha".
Cómo la autoevaluación básica y una elevada inteligencia emocional mejoran el rendimiento en el trabajo
En las organizaciones, la autoevaluación del liderazgo reviste gran importancia porque los investigadores han descubierto una correlación directa entre ella y el rendimiento laboral.
Se ha descubierto que las personas con autoevaluación e inteligencia emocional son mejores en las tareas que se les encomiendan, mientras que los líderes egocéntricos que se rodean de "Yes Men" son más débiles.
No es difícil entender por qué las empresas de hoy necesitan líderes más capaces de autoevaluarse, ya que vivimos tiempos estresantes, en los que las pandemias y otros acontecimientos que escapan a nuestro control han creado un entorno empresarial muy diferente y un panorama en el que es necesario ser muy maduro para liderar con eficacia.
Por tanto, recomendamos a todas las organizaciones que utilicen y apliquen los conocimientos adquiridos en la investigación sobre autoevaluación para afrontar los retos actuales.
Además, dado que el trabajo a distancia afecta a todos los profesionales, es hora de desarrollar líderes más conscientes y menos egocéntricos.
Además, la autoevaluación reduciría la incidencia del agotamiento y el estrés que se han vuelto endémicos en los tiempos pospandémicos, ya que los Millennials y los Gen Zers renuncian y se van en cifras récord.
Cómo la psicología y el conductismo pueden ayudar a las empresas
Por último, sugerimos que las empresas contraten a psicólogos y expertos en comportamiento para ayudar a los empleados a gestionarse mejor a sí mismos y a los demás.
Los conceptos de autoevaluación e inteligencia emocional son sumamente pertinentes en estos tiempos hiperpartidistas, en los que la vertiginosa competencia provoca una elevada rotación y desgaste en lo que se ha dado en llamar la Gran Dimisión.
Además, la autoevaluación puede identificar a empleados potencialmente agresivos, lo que puede ser una ventaja para que las empresas reduzcan la incidencia de comportamientos cada vez más violentos que se han convertido en la norma.
En conclusión, la autoevaluación puede ayudar a cualquier profesional a obtener mejores resultados en términos de rendimiento laboral.
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