¡Ponle fin a la violencia doméstica y sé parte de la solución!

La familia es un término que generalmente evoca una sensación de seguridad, pertenencia y confort, así como la certeza de que alguien más tiene tus mejores intereses en el corazón. Lamentablemente, para algunos esto no es así.

La importancia de poner fin a la violencia doméstica

Este noviembre, en honor al Mes Nacional de la Seguridad Comunitaria y Prevención del Delito, el Consejo de Seguridad de Canadá insta a todos los canadienses a ser aliados vigilantes en los esfuerzos para poner fin a la violencia doméstica.

El 23 de septiembre de 2015, un hombre fue arrestado después de presuntamente disparar y matar a tres mujeres en el este de Ontario, cerca de la comunidad de Wilno. El sospechoso, quien aparentemente había mantenido relaciones con dos de las víctimas en diferentes momentos, había sido acusado de agresión en el pasado. Durante el proceso de divorcio, los registros judiciales muestran que su exesposa, quien no fue una de las fallecidas, afirmó que hubo múltiples instancias de violencia y agresividad en el matrimonio.

Situaciones como la de Wilno nos muestran que la solución no es tan simple para las víctimas de abuso como simplemente alejarse del peligro. No existe una solución única para poner fin al abuso, pero reconocer que existe es el primer paso para detenerlo.

Reconoce los signos de abuso

El abuso puede manifestarse de muchas formas, incluyendo elementos físicos, sexuales, emocionales y psicológicos. Conoce los signos de abuso, que pueden incluir, pero no se limitan a, marcas físicas (moretones, cortes, raspaduras), cambios en el comportamiento (ansiedad o miedo, baja autoestima) y, en el caso del abuso conyugal, una dependencia aumentada del agresor y la necesidad de hacer frecuentes consultas con la pareja.

El abuso a menudo no es reconocido de inmediato, incluso por la víctima. Especialmente en el caso del abuso conyugal, la víctima puede asumir incorrectamente la culpa o reconciliarse por miedo o la esperanza de que no vuelva a suceder. Como resultado, muchas instancias de abuso no se denuncian, lo que solo sirve para oscurecer las estadísticas y los números asociados con él.

¿Qué puedes hacer?

El abuso puede ocurrirle a cualquiera: hermano, hermana, padre, madre, hijo, adulto, y no hay un agresor o víctima estereotipados. Sé parte de la solución y sigue estos consejos:

Si eres víctima:

  • Llama a la policía en caso de emergencia. Ellos están ahí para ayudarte.
  • Habla con alguien en quien confíes y/o un centro de crisis. Ellos podrán ayudarte a obtener la ayuda que necesitas si te encuentras incapaz de hacerlo tú mismo.
  • No te culpes a ti mismo por el comportamiento abusivo de un miembro de la familia. Un rasgo común en los agresores es desviar la culpa hacia la persona abusada; no creas que eres culpable por ser objeto de las acciones del agresor.

Si eres agresor:

  • Asume la responsabilidad de tus acciones y busca ayuda. Si reconoces un patrón de comportamiento abusivo en ti mismo, aún estás a tiempo de buscar asesoramiento y corregirlo.

Si eres testigo o amigo:

  • Si sospechas que un amigo o alguien que conoces es víctima de abuso, escúchalo y ofrécele apoyo. Hazle saber que no está solo y anímalo a tomar medidas para poner fin al abuso.
  • En caso de emergencia o si presencias una situación de abuso frente a ti, no intentes intervenir directamente. Llama a la policía.

Sé parte de la solución y ayuda a poner fin a la violencia doméstica. Todos podemos marcar la diferencia.

Esta página es un recurso de información y colaboración en seguridad para Canadá.

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