Un comienzo saludable es el mejor comienzo


En esta semana nacional de seguridad escolar, del 17 al 23 de octubre, el Consejo de Seguridad de Canadá reconoce que las escuelas son comunidades de niños. Los niños que son conscientes de la salud y la seguridad pueden tener una influencia significativa entre sus compañeros y ayudar a fomentar comunidades escolares saludables.

El sistema de valores de por vida de los niños se forma en gran medida por los modelos a seguir en sus vidas. Es por eso que animamos a los padres, tutores y educadores a imitar estilos de vida saludables para sus hijos en edad escolar. Un estilo de vida saludable incluye hacer suficiente ejercicio, comer comidas equilibradas y nutritivas y desarrollar relaciones saludables.

Juntos, podemos hacer que nuestras escuelas sean lugares más saludables.

Ejercicio

Hay muchos beneficios del ejercicio regular. Además de una mejor condición física y fuerza, los niños activos a menudo tienen un mejor desempeño escolar y social al divertirse jugando con amigos y aprendiendo nuevas habilidades. Los niños activos tienden a ser más felices y tener más confianza en sí mismos que sus contrapartes sedentarias.

Las pautas de la Organización Mundial de la Salud y de Canadá indican que los niños y jóvenes necesitan 60 minutos de ejercicio moderado a vigoroso todos los días. Los ejercicios de intensidad moderada incluyen andar en bicicleta, actividades en el parque y patinar. Ejemplos de ejercicios más vigorosos son nadar y correr.

Desafortunadamente, la mayoría de los niños canadienses no son lo suficientemente activos. Los datos de la Encuesta Canadiense de Medidas de Salud (CHMS, por sus siglas en inglés) indican que solo el siete por ciento de los niños alcanzan este nivel de actividad. Lo que es más preocupante, la mitad de los niños y jóvenes no hacen ni siquiera cinco minutos de actividad vigorosa al menos un día a la semana.

La inactividad tiene muchas consecuencias, incluyendo la obesidad. La obesidad se ha relacionado con muchas enfermedades crónicas, como la hipertensión, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la osteoartritis y ciertos tipos de cáncer. Según la CHMS, cerca de un tercio (31,5 por ciento) de los niños de 5 a 17 años, aproximadamente 1,6 millones de canadienses, se clasifican como con sobrepeso (19,8 por ciento) u obesos (11,7 por ciento).

Los niños obesos tienen más probabilidades que sus contrapartes con peso saludable de convertirse en adultos obesos, lo que hace que la obesidad infantil sea una preocupación importante para la salud pública.

Incorporar más ejercicio en la rutina de su hijo puede ser tan fácil como dar un paseo después de la cena y hacer una parada en un parque del vecindario para jugar. Limite el tiempo de pantalla recreativa a no más de dos horas al día y utilice el transporte activo, como caminar o andar en bicicleta, siempre que sea posible, en lugar de tomar el automóvil o el autobús. ¡Es mejor para el medio ambiente y para su salud!

Nutrición

Varios estudios indican que más de cuatro de cada diez niños canadienses se saltan el desayuno o no desayunan todos los días. Saltarse el desayuno afecta negativamente la capacidad de un niño para tener éxito en la escuela y es un factor en los problemas de resolución de problemas, la memoria a corto plazo y la falta de enfoque y atención.

Desayunar mejora la atención, las habilidades para resolver problemas, las matemáticas y el razonamiento lógico. Comer siempre el desayuno también combate la obesidad, la hiperactividad y la depresión en los niños. ¡Haz del desayuno una prioridad!

La Guía Alimentaria de Canadá ofrece pautas apropiadas para la edad de los niños sobre el tamaño de las porciones y la cantidad de porciones necesarias diariamente de cada uno de los cuatro grupos de alimentos para un crecimiento y desarrollo saludables.

Otros consejos para ayudar a sus hijos a comer de forma saludable incluyen:

- ¡Haz que los alimentos saludables sean divertidos! Los niños se aburren de comer siempre lo mismo. Elige una variedad de alimentos saludables y no temas experimentar.
- Coman juntos siempre que sea posible, idealmente al menos una vez al día. Esto es importante en términos de construir relaciones, pero también ayuda a los adultos a controlar lo que sus hijos están comiendo.
- Facilite a los niños elegir alimentos saludables. Llene su carrito de compras con productos frescos y prepare frutas y verduras en porciones pequeñas cuando llegue a casa. Eso hará que sea fácil y conveniente elegir buenos bocadillos en lugar de comida chatarra.
- Si vas de compras con tus hijos, déjalos llenar el carrito con frutas y verduras coloridas. Deja atrás (la mayoría de) los alimentos chatarra altos en calorías, sal y azúcar en la tienda.
- ¡Lo más importante es modelar los comportamientos de alimentación saludable que te gustaría ver en tus hijos!

Para obtener una copia de la Guía Alimentaria de Canadá y obtener más recursos sobre alimentación saludable, visita el sitio web de Salud Canadá.

Relaciones saludables

La mayoría de los niños tienen algún tipo de participación en el acoso escolar a medida que crecen, ya sea como agresores o como víctimas. Se estima que del 10 al 15 por ciento de los niños acosan repetidamente a otros, y del 10 al 15 por ciento de los niños son acosados repetidamente. Los niños más pequeños en la escuela primaria y secundaria tienen más probabilidades de acosar a otros que los niños mayores en la escuela secundaria, según PREVNet, una red canadiense de investigadores y organizaciones que trabajan juntos para detener el acoso escolar.

El acoso escolar es un problema relacional que surge debido a un desequilibrio de poder y puede tener impactos profundos en los niños y jóvenes. Estos incluyen problemas de salud mental y física como ansiedad, depresión y trastornos alimentarios, junto con calificaciones más bajas en la escuela.

Los niños no superan el acoso por sí mismos. El acoso que comienza en la escuela primaria, sin intervención, puede convertirse en ciberacoso, agresión en citas y acoso sexual en la adolescencia. Lamentablemente, muchos casos de suicidio adolescente están relacionados con el acoso escolar.

Los padres y educadores tienen claramente la responsabilidad de apoyar a los niños y jóvenes en el desarrollo de habilidades sociales, el respeto por sí mismos y por los demás, la responsabilidad social y la buena ciudadanía. Parte de este proceso es ayudar a los niños a comprender que sus acciones, palabras y elecciones dejan una marca en quienes los rodean, para bien o para mal. En otras palabras, enseñar a los niños a tratar a los demás de la misma manera en que ellos mismos quisieran ser tratados.

El acoso escolar se alimenta del silencio. Rompe el silencio y habla sobre el acoso escolar.

Si tu hijo está siendo acosado, el coaching y el juego de roles pueden ayudarlo a volverse más asertivo; por ejemplo, representa una situación de acoso escolar en la que tu hijo aprenda a decir con confianza "¡ALTO!" ante el comportamiento agresivo. Anima a tu hijo a que te lo cuente a ti o a un profesor si está siendo acosado. Haz un plan de seguridad para que tu hijo pueda evitar lugares donde es más probable que ocurra el acoso. Dile a tus hijos que son valorados y amados tan a menudo como puedas.

Si tu hijo es un acosador, establece que su comportamiento no es aceptable. Aplica consistentemente las consecuencias apropiadas para los malos comportamientos; estas variarán según las acciones de tu hijo. Fomenta la empatía, por ejemplo, enseñando a tu hijo cómo identificar las emociones de los personajes victimizados en historias o películas. Elogia claramente a tu hijo cuando veas que exhibe comportamientos positivos.

Quizás lo más importante que puedes hacer es modelar buenos comportamientos en tus relaciones. Los niños tienden a reflejar lo que se les expone.

Para obtener más información sobre el acoso escolar y las relaciones saludables, visita

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