¿Cuánto dura la radiación de una tomografía computarizada (TAC) en el cuerpo?
Una tomografía computarizada (TAC) es una prueba de imagenología que utiliza rayos X para crear imágenes detalladas de los órganos, huesos y tejidos del cuerpo. La radiación de una TAC se utiliza para crear estas imágenes, pero también puede tener efectos a largo plazo en el cuerpo.
La cantidad de radiación que recibe una persona durante una TAC varía según el área del cuerpo que se esté escaneando, la técnica que se utilice y la edad del paciente. Sin embargo, la radiación de una TAC no permanece en el cuerpo para siempre. La radiación se disipa gradualmente con el tiempo y la mayoría de las personas no experimentan efectos negativos a largo plazo.
¿Cómo funciona la radiación de una TAC?
La radiación de una TAC es una forma de radiación ionizante que puede dañar las células del cuerpo. Los rayos X utilizados en una TAC se dirigen hacia el cuerpo y atraviesan los tejidos y los órganos. Una parte de los rayos X es absorbida por el cuerpo, mientras que otra parte es detectada por un sensor. Los sensores recopilan estos datos para formar una imagen detallada del área escaneada.
La cantidad de radiación que recibe una persona durante una TAC se mide en miliSiemens (mSv). La dosis de radiación de una TAC varía según el área del cuerpo que se está escaneando. Por ejemplo, una TAC de tórax proporciona una dosis de radiación más baja que una TAC de abdomen.
¿Cuánto dura la radiación de una TAC en el cuerpo?
La radiación de una TAC no permanece en el cuerpo para siempre. La radiación se disipa gradualmente con el tiempo. La mitad de la radiación se disipa en aproximadamente 5,3 horas, y el resto se disipa gradualmente en los días siguientes.
La radiación de una TAC se considera una exposición aguda, lo que significa que se recibe en un período corto de tiempo. Las exposiciones agudas de radiación son generalmente más dañinas que las exposiciones crónicas, que se reciben a lo largo del tiempo.
¿Cuáles son los riesgos de la radiación de una TAC?
La radiación de una TAC puede aumentar el riesgo de cáncer. El riesgo de cáncer aumenta con la dosis de radiación recibida. Sin embargo, el riesgo de cáncer relacionado con una TAC es bajo.
Otros riesgos potenciales de la radiación de una TAC incluyen:
- Daño a la piel
- Cataratas
- Esterilidad
- Problemas de fertilidad
Estos riesgos son más probables en personas que reciben varias TAC en un período corto de tiempo o que reciben una alta dosis de radiación.
¿Cuándo es necesaria una TAC?
Una TAC no suele ser necesaria para todas las personas. Si bien las TAC son una herramienta útil para diagnosticar y controlar enfermedades, es importante considerar los riesgos potenciales de la radiación.
Las TAC solo deben usarse cuando sea necesario y cuando los beneficios de la prueba superen los riesgos. Un médico debe evaluar los riesgos y los beneficios de una TAC antes de recomendarla.
¿Cómo se puede reducir la exposición a la radiación de una TAC?
Hay algunas formas de reducir la exposición a la radiación de una TAC:
- Solicitar una TAC solo cuando sea necesario y cuando los beneficios de la prueba superen los riesgos.
- Considerar alternativas a una TAC, como una resonancia magnética, si es posible.
- Asegurarse de que se utilice la técnica de TAC más segura y eficiente.
- Solicitar al técnico que reduzca la dosis de radiación siempre que sea posible.
- Evitar que las personas embarazadas o en período de lactancia reciban una TAC, a menos que sea absolutamente necesario.
La radiación de una TAC no permanece en el cuerpo para siempre. La radiación se disipa gradualmente con el tiempo, y la mayoría de las personas no experimentan efectos negativos a largo plazo. Sin embargo, es importante tener en cuenta los riesgos potenciales de la radiación de una TAC y asegurarse de que se utilice solo cuando sea necesario y cuando los beneficios de la prueba superen los riesgos.
Si tiene alguna inquietud sobre la radiación de una TAC, hable con su médico.
¿Cuánto dura la radiación de un TAC en el cuerpo?
La radiación de un TAC permanece en el cuerpo durante un tiempo muy corto, similar a la radiación de una radiografía. Después de la exploración, la radiación se disipa rápidamente y no hay riesgo a largo plazo.