Estoy de excedencia y no quiero volver: ¿Qué hacer?
La vida laboral es un camino lleno de giros inesperados. A veces, la presión del trabajo, la falta de motivación o el anhelo por una nueva aventura nos llevan a tomar la decisión de solicitar una excedencia. Esta pausa puede ser una oportunidad para recargar energías, explorar nuevas oportunidades o simplemente disfrutar de un merecido descanso. Sin embargo, ¿qué pasa cuando la excedencia se convierte en un punto de inflexión y la idea de regresar al trabajo ya no es tan atractiva?
En este artículo, exploraremos las emociones, los dilemas y las estrategias que surgen cuando te encuentras en una excedencia y la idea de volver al trabajo te genera un sentimiento de resistencia. Analizaremos las causas de esta situación, las opciones disponibles y cómo tomar la mejor decisión para tu futuro profesional y personal.
¿Por qué la excedencia se convierte en un punto de no retorno?
La decisión de tomar una excedencia suele estar impulsada por una combinación de factores. Puede ser un escape temporal de la rutina laboral, una búsqueda de nuevas oportunidades profesionales o una necesidad de atender asuntos personales. Sin embargo, durante este periodo de tiempo, muchas cosas pueden cambiar.
A continuación, te presentamos algunas razones por las que la excedencia puede convertirse en un punto de no retorno:
1. Descubrimiento de nuevas pasiones:
Durante la excedencia, muchas personas tienen la oportunidad de explorar nuevas pasiones y talentos que habían dejado de lado. Tal vez decidan dedicarse a un hobby, emprender un nuevo proyecto o simplemente disfrutar de la libertad de no tener que depender de un trabajo. Este descubrimiento de nuevas metas e intereses puede hacer que la idea de volver al trabajo anterior sea poco atractiva.
Ejemplo: Ana solicitó una excedencia para viajar por el mundo. Durante su viaje, descubrió una pasión por la fotografía y decidió dedicarse a ella profesionalmente. Al regresar, la idea de volver a su antiguo trabajo como contable no la motivaba, ya que su pasión ahora era capturar momentos y emociones a través del lente.
2. Reevaluación de prioridades:
La excedencia también puede ser un momento para reflexionar sobre las prioridades de la vida. Muchas personas se dan cuenta de que el trabajo no es el centro de su felicidad y que hay otros aspectos que les importan más, como la familia, la salud o el desarrollo personal. Esta revaluación puede llevar a una decisión de no volver al trabajo, o al menos no al trabajo que se tenía antes.
Ejemplo: Carlos solicitó una excedencia para pasar más tiempo con su familia. Durante este tiempo, se dio cuenta de lo importante que era para él el bienestar de sus hijos y decidió dedicarse a ser padre de tiempo completo. La idea de volver al ritmo frenético de su trabajo anterior lo llenaba de aprensión.
3. Cansancio laboral o "burnout":
En algunos casos, la excedencia es una respuesta al estrés laboral, el agotamiento emocional o el "burnout". Si la excedencia se utiliza para descansar y recuperar energías, es posible que al regresar a las mismas condiciones laborales, el agotamiento vuelva a manifestarse. En este caso, la idea de volver al trabajo puede ser angustiante.
Ejemplo: Laura se encontraba en un puesto de alta responsabilidad que le generaba mucho estrés. Tras solicitar una excedencia, se dio cuenta de que su cuerpo y mente necesitaban un descanso profundo. Al regresar a su antiguo trabajo, notaba que su energía y motivación habían disminuido, lo que la llevó a considerar otras opciones laborales.
¿Qué opciones tengo si no quiero volver al trabajo?
Si durante tu excedencia te has dado cuenta de que no quieres volver a tu trabajo anterior, no te preocupes, existen alternativas. Es importante que explores tus opciones con calma y tomes una decisión que se ajuste a tus necesidades y objetivos.
1. Buscar un nuevo trabajo:
Si te encuentras con la energía y la motivación para seguir trabajando, es hora de buscar nuevas oportunidades. Puedes enfocarte en áreas que te apasionan, en empresas con una cultura que se alinea con tus valores o en roles que te permitan desarrollar tus habilidades y talentos.
Consejos:
- Actualiza tu currículum y portfolio.
- Conecta con tu red de contactos.
- Investiga empresas que te interesen.
- Prepárate para las entrevistas.
2. Emprender un nuevo proyecto:
Si la excedencia te ha inspirado a crear tu propio camino, el emprendimiento puede ser una opción atractiva. Puedes usar tu experiencia y habilidades para desarrollar un negocio propio, un proyecto creativo o una iniciativa social.
Consideraciones:
- Investiga las posibilidades de financiamiento.
- Define un plan de negocio.
- Prepárate para los desafíos del emprendimiento.
3. Dedicarte a un hobby o pasión:
Si buscas un cambio de ritmo y un estilo de vida más relajado, dedicarte a un hobby o pasión puede ser un camino satisfactorio. Puedes convertir tu hobby en una fuente de ingresos o simplemente disfrutar de la libertad de hacer algo que te apasiona.
Ejemplos:
- Escribir un libro.
- Enseñar un taller.
- Crear un blog.
- Dedicarte a la música.
- Ser voluntario en una causa que te importa.
4. Tomar un descanso prolongado:
Si necesitas más tiempo para decidir qué quieres hacer con tu vida, puedes optar por un descanso prolongado. Esta opción te permite dedicarte a tus intereses personales, viajar, relajarte o simplemente tomar un tiempo para reflexionar sobre tus objetivos y prioridades.
Consejos:
- Planifica tu presupuesto.
- Define un plan para mantenerte ocupado.
- Mantente en contacto con tu red de contactos.
Cómo comunicar tu decisión de no regresar al trabajo
Una vez que hayas tomado la decisión de no regresar al trabajo, es importante que la comuniques a tu empleador de forma clara y profesional. Es esencial mantener una buena relación con tu empresa, incluso si ya no formas parte de ella.
1. Comunicación clara y respetuosa:
Prepara una conversación con tu jefe o departamento de recursos humanos para comunicar tu decisión. Explica de forma clara y concisa las razones por las que has decidido no volver al trabajo. Sé respetuoso y evita comentarios negativos o que puedan afectar tu imagen profesional.
2. Expresar gratitud:
Es importante agradecer a tu empresa por la oportunidad de trabajar allí. Puedes mencionar aspectos positivos de tu experiencia laboral y expresar tu gratitud por la experiencia que has adquirido.
3. Ofrecer tu ayuda:
Si es posible, ofrece tu ayuda para la transición. Puedes colaborar en la búsqueda de un reemplazo o en la formación de tu sucesor. Esto demuestra tu profesionalidad y compromiso con la empresa, incluso después de tu salida.
4. Mantener el contacto:
No dudes en mantener el contacto con antiguos compañeros de trabajo o con la empresa, si las relaciones son buenas. Esto puede ser útil para futuras oportunidades profesionales o para mantener una red de contactos.
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La decisión de no regresar al trabajo después de una excedencia es personal y compleja. Es importante que te tomes el tiempo necesario para reflexionar sobre tus prioridades, explorar tus opciones y tomar la decisión que mejor se adapte a tus necesidades y objetivos. Recuerda que el camino profesional es un camino en constante evolución y que siempre hay nuevas oportunidades para explorar. No tengas miedo de tomar decisiones que te permitan vivir una vida plena y satisfactoria.
¿Estoy en excedencia y no quiero volver?
¿Puedo renunciar estando en excedencia?
Sí, puedes renunciar estando en excedencia. Sin embargo, debes tener en cuenta que existen algunos plazos y consideraciones que debes cumplir:
- Notificación previa: Debes notificar a tu empresa tu decisión de renunciar con la antelación establecida en tu contrato laboral o en el convenio colectivo aplicable.
- Periodo de preaviso: Es posible que debas cumplir un periodo de preaviso, incluso si estás en excedencia.
¿Qué pasa con mis derechos si renuncio estando en excedencia?
Tus derechos como trabajador se mantienen incluso si renuncias estando en excedencia. Esto incluye:
- Indemnización por despido: Si tienes derecho a una indemnización por despido, la recibirás incluso si renuncias estando en excedencia.
- Pagos atrasados: Si te deben salarios o cualquier otro tipo de pago, tienes derecho a reclamarlos incluso si estás en excedencia.
- Cotización a la Seguridad Social: Tus cotizaciones a la Seguridad Social continuarán durante el tiempo que estés en excedencia, lo que te permitirá mantener tus derechos a prestaciones como el desempleo.
¿Qué debo hacer para renunciar estando en excedencia?
- Notifica a tu empresa por escrito: Envía una carta o correo electrónico formal a tu empresa comunicando tu decisión de renunciar.
- Especifica la fecha efectiva de tu renuncia: Indica la fecha en la que terminarás tu relación laboral.
- Incluye cualquier otra información relevante: Por ejemplo, si vas a solicitar la indemnización por despido o si hay algún pago pendiente.
¿Qué pasa si no quiero volver al trabajo después de la excedencia?
Si no quieres volver al trabajo, debes comunicárselo a tu empresa antes de que finalice el periodo de excedencia. En este caso, la empresa puede:
- Considerar la situación: La empresa puede ofrecerte la posibilidad de prorrogar la excedencia o darte una nueva oportunidad para volver al trabajo.
- Dar por finalizada la relación laboral: Si la empresa decide no prorrogar la excedencia, la relación laboral terminará y tendrás derecho a la indemnización por despido, si corresponde.
Recuerda que es importante consultar con un asesor laboral o un abogado para que te asesore sobre tus derechos y obligaciones en este caso.